A pesar del mal tiempo con el que amaneció ese día de agosto, de la lluvia, e incluso de algún trueno, los chicos del Día del Corsario no pensaron en echarse atrás ni por un momento. La batalla, seguiría según los planes previstos, si o si. Y así fue. A eso de las seis de la tarde todos estaban preparados para el ataque frente al Barco de La Virgen, participantes, y también numeroso público que, a pesar de la lluvia quiso acompañarlos en esta segunda aventura.
La idea de El Día del Corsario nació de un grupo de jóvenes de la Isla en el verano de 2014, como una representación para rememorar el ataque a la ciudad del corsario François Leclerc (apodado pata de palo) en 1553.
Después de preparativos, ensayos, pruebas de vestuario, e incluso un periodo previo promocional, donde los protagonistas recorrían perfectamente caracterizados distintos lugares de la isla para anunciar la celebración, llegó el gran día, el 8 de agosto. Este año, además de la representación que tuvo lugar por la tarde a lo largo de las principales calles de la ciudad, se incorporaron nuevas actividades, como mercadillo temático, cofre solidario, talleres infantiles, incluso un concurso de fotografía en la red Instagram. La jornada terminó con una fiesta en la zona de bares, con una sesión de LLAM Street & Music, donde la buena música y el ron, sellaron disputas y lograron apaciguar los ánimos entre corsarios y palmeros. Todo un programa más que elaborado para que todos pudieran participar de una u otra manera.
En su segundo año de vida, nos atrevemos a asegurar que El Día del Corsario, no es una iniciativa pasajera, ha venido para quedarse, y establecerse en la Isla como uno de los días más interesantes en la agenda veraniega de la ciudad.
En este vídeo resumen, verán que estos corsarios saben bien lo que hacen y empujará a muchos de los que se lo perdieron, a no cometer esa cobardía el próximo año.